El fin de semana regresaba de un retiro y en el bus vi a una viejecita que para mi parecer estaba entre los 80 años. Ella estaba sentada cerca de mi asiento y podia ver su boca moviendose, no demoré mucho en darme cuenta de que estaba orando.
Mis ojos se llenaron de lagrimas porque recorde a mi bisabuela quien falleció hace un par de años.
Me hizo pensar en mi abuela quien vive con nosotros y desde que tengo uso de razon ella ora por las noche y en las mañanas. Eso me hace pensar que el día que las abuelas falten y marchen a la presencia de nuestro padre celestial habrá un vacio en el cielo debido a la falta de pedidos.
Muchas veces no pensamos en estas cosas, pero cuantas veces nos habrán ayudado esas oraciones en nuestras vidas.
ATT.
Una nieta agradecida
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